GRAN PREMIO DE AMÉRICA DEL
SUR.
FECHA: 20 de octubre al 8 de
noviembre de 1948.
CARRERA: Turismo Carretera.
UBICACIÓN: abandona por
accidente. Chevrolet 1939 – cupé - Color rojo Acompañante: D. Urrutia.
NÚMERO: 1
El Gran Premio de América del Sur es el
sueño de Carlos Anesi y Francisco Borgonovo, grandes dirigentes del Automóvil
Club Argentino. Por reglamento se disputará en dos tramos, con premios y
denominaciones independientes.
El
primero abarcará Buenos Aires – Salta - La Quiaca – Potosí – La Paz – Cuzco –
Lima – Tumbes – Guayaquil – Quito – Bogota - Caracas, en 14 Etapas.
Diagramar
una carrera de 9576,8 Km, saliendo de Argentina y atravesando 5 países que
tienen poca afinidad con el automovilismo deportivo, es un desafío a concretar
merced a mucho trabajo y planificación.
Este
Gran Premio popularmente denominado la Buenos
Aires-Caracas de 1948 -que en 1941 ya se había pensado para correr en el
sentido inverso o sea con largada desde Caracas- constituye el acontecimiento
automovilístico más importante de la historia de este deporte en América del
Sur. No porque haya sido el Gran Premio mas largo de esa historia, ya que para
1949 se proyecta correr uno de 11.035 kilómetros en caminos de la República
Argentina, sino por las cosas que debieron prever, estas dotadas mentes que lo
organizaron.
El
ACA ha proyectado un segundo Gran Premio para el regreso, con largada en Lima,
paso por Santiago de Chile y llegada en Buenos Aires, por lo cual el verdadero
esfuerzo de los participantes superará los 14.000 kilómetros, en dos
competencias distintas.
Los autos habilitados para
esta competencia no se verán limitados
en preparación, potencia, ni cilindrada. Solo se exige que tanto chasis
como motor responda a una marca, incluso sin que haya coincidencia en el año de
fabricación y se prohíbe la participación de coches especiales de carrera Sport
y Gran Sport.
A
medida que se acerca el 20 de octubre, los talleres son un hervidero. Todos
trabajaban para la dura carrera, poniendo a punto las máquinas, reforzándolas y
buscando eliminar algún kilogramo. Fangio
y Oscar Gálvez, ya de regreso de la gira de reconocimiento de circuitos, autos
y fábricas de Europa, tienen los autos prácticamente listos para la gran
carrera. El reglamento estipula que “el orden de partida de cada Etapa, quedará
determinado por la Clasificación General”
Se
inscriben 141 volantes y se repite el sistema empleado en octubre de 1947 en la
Doble Vuelta de la Ventana. Se
establece una especie de ranking, ubicando en un primer grupo a los ganadores
de Grandes Premios organizados por el Automóvil Club Argentino.
En
este GP largarán, Juan Manuel Fangio
(Chevrolet) con el Nº1, el uruguayo Héctor Supicci Sedes (Ford) Nº2, Oscar Alfredo
Gálvez (Ford) con el Nº3, no lo hará por estar enfermo con el Nº4 Ernesto
Blanco (Ford), Arturo Kruuse (Plymouth ) con el Nº5, Ricardo Risatti
(Chevrolet) con el Nº6, Emilio Karstulovic (Ford) con el Nº7, todos como
integrantes del primer grupo .
El
segundo, correspondiente a los ganadores de Etapas de carreras organizadas por
el ACA y otras pruebas de carretera, estaba encabezado por Pablo Gullé
(Chevrolet) con el Nº8, Juan Gálvez (Ford) con el Nº9, Daniel Musso (Ford) con
el Nº10, el peruano Arnaldo Alvarado (Ford) con el Nº11, Domingo Marimón
(Chevrolet) con el Nº12, Luciano Murro (Chevrolet) con el Nº13, Eusebio Marcilla
(Chevrolet) con el Nº14, Tadeo Taddía (Chevrolet) con el Nº15 y el resto de los
inscriptos, hasta Luis Astengo que, con el Nº25
cierra este segundo grupo.
Al
tercer grupo lo componen todos los corredores que no figuran ni en el primero
ni en el segundo grupo, es encabezado por el Nro. 26 de Félix Peduzzi
(Chevrolet), y lo concluye Guillermo Marenghini (Chevrolet) con el Nro. 141,
que ha de ser el último en largar.
Fangio
antes de la partida dice...- “...En esta
carrera me convendría ser don “Juan de los palotes”, un desconocido. Así podría
hacer la carrera que yo pienso que debe hacerse, pero me toca el número 1 y
tengo que acelerar porque de atrás Oscar Gálvez me va a apurar, y si él va al
frente, yo debo seguirlo, apurar mi ritmo porque soy Fangio. En esas
condiciones los dos iremos arriesgando”.
En
la Avenida Alvear, una multitud acompaña a los volantes en el momento de la
largada y a las 22 h. la bandera cae frente al Chevrolet de Fangio,
sucesivamente con intervalos de 10" el resto. Solo faltan a la cita
Ernesto H. Blanco, Ramón Gallo y Carlos Benedetti por lo que 138 volantes
inician la primera Etapa de 1692 kilómetros hasta Salta.
Por
Olivos y ante el aplauso del numeroso público Fangio pasa en punta seguido de
Gálvez mientras varias máquinas aparecen juntas buscando ubicación en la fila
india que va desgranando a medida que avanzan los kilómetros.
En
Pilar, Oscar Gálvez ya esta adelante en el camino seguido por Fangio, que se le
adelanta en San Antonio de Areco. Luego Oscar Gálvez, su hermano Juan, Pablo
Gullé, Supicci Sedes, Marcilla, Risatti y el resto.
Por
Arrecifes, Fangio sigue al frente escoltado muy de cerca por Oscar Gálvez y ya
esta Marimón con el Nro. 12 en el tercer lugar delante de Juan Gálvez, Musso y
Gulle. La lucha continúa en forma espectacular como si fuera una carrera de
pocos kilómetros. En Pergamino, Fangio pasa con 10” de ventaja sobre Oscar
Gálvez y luego Marimón que por tiempo, esta en punta a una media de 134 Km/h.
En el paso por Colón,
Fangio sigue al frente en el camino con 3" sobre Oscar Gálvez y muy cerca
también Marimón que continúa primero en los cronómetros a un promedio que fue
el mayor de aquella noche, 142,1 Km/h. Luego Juan Gálvez, Gullé, Marcilla,
Musso, Supicci Sedes y Rodrigo Daly.
Al
llegar a La Carlota en la Provincia de Córdoba, Fangio comienza a notar fallas
en el encendido. Tiene que desarmar el distribuidor y cambiar el condensador,
perdiendo 15’. A poco andar le aparecen inconvenientes en la corona del
diferencial. Se detiene esta vez a sacar la tapa del diferencial y ver el
estado de engrane de los dientes. Decide seguir para cambiarlo en Frias,
Santiago del Estero. Allí desarman y encuentran un error en el tipo de repuesto
que le han aportado, por lo que vuelve a colocar la gastada corona y piñón y
continúan rumbo a Tucumán, adonde logra avisar para que le tengan listo un
diferencial nuevo.
Domingo
Marimón ha desplazado a Oscar Gálvez y cuando parece ser el ganador de la Etapa
el motor comienza a calentar y además, cerca de Metán rompe un neumático. “El
Aguilucho” gana la Primera Etapa luego de 13h.53’47” 2/5 a un promedio de 121,8
Km/h.
Ya
en Salta, Fangio esta en el puesto 79, a cuatro horas del puntero y vuelve a
cambiar el diferencial por otro reforzado, que le han enviado desde Buenos
Aires. Un total de 105 pilotos
han culminado la dura etapa. En su transcurso, se produjeron numerosos
accidentes, algunos de cierta gravedad. Octavio Miretti (51) había embestido al
público, lo mismo que Daniel Musso cerca de La Carlota. Hubo también otros
vuelcos y salidas de ruta.
Luego
de un día de descanso, de los 105 pilotos habilitados para la Segunda Etapa, no
largan 4 y parten para hacer 380 Km rumbo a La Quiaca, lugar donde comienza el
camino de cornisa y hay que superar varias dificultades como el cruce de ríos.
Oscar Gálvez vuelve a retomar la vanguardia luchando con Pablo Gullé. Domingo
Marimón cruzando un río, moja el distribuidor y pierde 40’, llegando en el puesto 31 a 46’15” del
ganador, Oscar Gálvez, que aumenta su ventaja en la General.
Fangio anda muy fuerte en
esta ruta angosta y sinuosa y pasa nada menos que 60 autos desde la partida al
control de El Volcán llegando cuarto a La Quiaca, pero al día siguiente tendrá
que comenzar de nuevo a pasar máquinas, prácticamente las mismas del día
anterior. El Reglamento estipula que la largada de cada Etapa debe realizarse de
acuerdo a la Clasificación General y Fangio está en el puesto 55.
La
Tercera Etapa es en tierra boliviana de Villazón a Potosí sobre 459 Km
transitados en plena montaña del Altiplano, con numerosas subidas y bajadas
hasta llegar a los 4000 metros sobre el nivel del mar.
Iniciada
la Etapa a las 6 de la mañana el piloto del Chevrolet Nro. 1 vuelve a pasar
máquinas y máquinas acercándose a los primeros. Le faltan solo 3 autos para
tomar la punta, cuando en un vado se le corta un palier. Lo cambia en el lugar,
refrescándose en el agua del arroyo por alta temperatura reinante, pero pierde
mucho tiempo y llega retrasado a Potosí.
Oscar Gálvez vence por
tercera vez consecutiva, a un promedio de
63,8 Km/h., seguido de Pablo Gullé y Domingo Marimón. En este difícil
tramo Julián Elguea y Heriberto Román, mueren al caer a un precipicio de 200
metros en Camargo, Bolivia. Fangio se clasifica 46º a más de 1 hora y media de
Gálvez, quedando 44 en la General a 7 horas.
La
Cuarta Etapa une Potosí con La Paz 543 Km. Hay mucho ripio suelto en el camino.
Oscar Gálvez marcha cómodamente en punta seguido por Juan Gálvez, Pablo Gullé y
Domingo Marimón, que va recuperando mucho terreno en la montaña.
Poco
antes de La Paz, el puntero vuela en un badén y cae entre las piedras. A Marimón le
sucede lo mismo y revienta los dos neumáticos traseros. En la vanguardia queda
Juan Gálvez, quien gana la Etapa con 1’12” sobre Marimón. Luego se clasifican
Gullé, Marcilla, Oscar Gálvez y Fangio. En la General el retraso de Oscar
Gálvez disminuye la diferencia con Juan Gálvez a 30’04” y con Gullé a 31’19”.
Cuarto está Marimón y Fangio avanza al 40 puesto..
Un
total de 79 pilotos iniciaron la Quinta Etapa a Arequipa de 546 Km, donde los
volantes pasarán por Alto de Toroya a 4690 metros de altura.
Desde
la largada, Fangio comienza a correr muy rápido. Ya a 83 kilómetros a orillas
del Lago Titicaca, está puntero por tiempo, en medio de la lluvia. En Puno,
Juan Gálvez toma la delantera seguido por Oscar Gálvez y Fangio, que hasta allí
ha superado a 19 máquinas en el camino, colocándose décimo en la ruta. Sigue
apurando y vuelve a retomar el primer puesto por tiempo neto. En Arequipa es el
ganador en 7h.1’9” a 77,8 Km/h de promedio, aventajando a Oscar Gálvez por
8’13”. Logra avanzar al puesto 29º en la General a 6h.20’24” del puntero. En la
ruta ha superado a 33 autos.
En
la primera parte del tramo a Lima, corriendo la Sexta Etapa de 1092 Km, Fangio
lucha por la primera colocación con Oscar Gálvez pero vuelve a cortar un palier
y casi sufre un accidente por perder una rueda. Continúa muy retrasado, más de
una hora y ya sin chance de seguir recuperando terreno. Diversos inconvenientes
se suman al palier roto y llega a Lima casi al límite de cierre del Parque
Cerrado. En la general queda 23º a más de 7 horas del puntero.
En
Lima tienen un día de descanso y disponen de 8 horas para trabajar los autos.
Fangio, Marimón y Marcilla comparten el trabajo en los tres autos Chevrolet y
agotados terminan para ir a dormir, pues al otro día se largará a las 5 de la
mañana hacia Tumbes, una larga Etapa de 1321 Km.
Cuando
dormían los pilotos, llega al lugar la noticia que estaba por estallar una
revolución y en consecuencia, se deberá adelantar la largada, que se realizará
en Puente Piedra a pocos kilómetros de Lima. Los pilotos están muy cansados.
Es
medianoche y una multitud despide a los volantes desde Lima sobre la carretera
Roosvelt. Adelante luchan los hermanos Gálvez, Marimón y Marcilla. Van
transcurriendo los kilómetros y Fangio, opta por seguir al peruano Alvarado
para aprovechar sus conocimientos de la ruta y por su buen ritmo, ya que iban
pasando autos. Pero en un pueblo llamado Paramanga, Alvarado se lleva por
delante un burro y se detiene. Ahora Fangio no tiene referente y todavía le quedan por sobrepasar los autos
de Gullé y O. Gálvez, cosa que logra con esfuerzo. En Las Zorras a 428 Km de
Lima, ya está puntero por tiempo neto. Por Trujillo pasan a una diferencia de 4
minutos. Luego siguen Gullé, Marcilla, J. Gálvez, García, Bojanich y Marimón.
Delante
de Gálvez y muy cerca uno del otro, recorren varios kilómetros. Comenzaba a
aclarar, pero en la niebla, Fangio deja atrás el abastecimiento de Trujillo,
olvidando cargar combustible. No conoce el camino. Oscar Gálvez siempre detrás
de él, lo sigue tenazmente.
Poco más adelante, a
570 Km de Lima, pasan el pueblo de Huanchasco, todo pintado de blanco, los
faros iluminan las paredes de una casa que hacía esquina y la luz resulta
enceguecedora. Cuando sale de la curva, imagina que hay un precipicio y
maniobra bruscamente la cupé Chevrolet
que se va de cola, volcando espectacularmente al caer en un desnivel de
casi dos metros, dando varios tumbos. El auto rojo queda acostado con Fangio
adentro aferrado al volante y una pierna apretada por la puerta. Urrutia ha salido
despedido del coche y parecía herido. Oscar Gálvez, muy cerca y confundido,
opta por seguir derecho y cae en un cañaveral a unos 50 metros, sin
consecuencias. Rápidamente se trata de auxiliar a los accidentados y encuentran
a Urrutia a unos 20 metros del auto. Llega Marcilla para trasladarlos hasta un
hospital. Fangio, sentado sobre el tanque de nafta, lleva en sus brazos a
Urrutia hasta Chicama a 20 Km más adelante. No se da cuenta que está
agonizante. Oscar Gálvez tras volver a subir su auto a la ruta, sigue en
carrera en segundo lugar, detrás de su hermano Juan y delante de Marimón.
Fangio
en el hospital preguntaba insistentemente por Urrutia, pero le niegan su
muerte, diciéndole que lo han llevado a Lima.
Tras una
semana y con la compañía de Arturo Kruuse, que había abandonado tras su vuelco
en un puente cerca de Trujillo, colocan el Chevrolet en un camión para llevarlo
a Lima. Fangio recién se entera de la muerte de su acompañante durante ese
viaje, al detenerse en una estación de servicio en Trujillo, cuando el
expendedor de combustible le da el pésame.
La
carrera de Caracas sigue su curso. Juan Gálvez vence en la Etapa de Guayaquil a
Quito, delante de su hermano Oscar y de Marcilla. Domingo Marimón, que rompe un
palier finaliza cuarto.
La
Novena Etapa la gana Juan Gálvez. En la General, esta siempre primero Oscar,
segundo Juan y tercero Marimón. La carrera parece estar definida y los hermanos
Gálvez se irán repartiendo las etapas, siete para Oscar, cinco para Juan, una
para Fangio y faltaba la última.
Y
llega la Etapa de Valera a Caracas sobre 676 Km. La ventaja de Oscar Gálvez
sobre Marimón es más de 4 horas. Ya nadie podrá quitarle el triunfo.
Juan
Gálvez queda encajado en una zanja al pasar un pueblo. Marimón y otros pilotos
lo ayudan, pero Víctor García le pide a Marimón que lo disculpe pero quiere
seguir para ganar el tramo. Oscar Gálvez busca una soga y al tirar el auto de
su hermano, rompe el cigüeñal. Seguirá, pero remolcado a la meta en Caracas
donde lo descalifican.
El
destino hace que todo cambie dramáticamente y gana imprevistamente Domingo
Marimón, adjudicándose un premio de $ 140.000 - que reparte entre su
acompañante Pedro Duhalde y Fangio, su socio de palabra en las carreras.
Palabra de 1948, que Marimón cumple.
Detrás
de él figuran en la Clasificación General, Marcilla a 12’ 41”, Juan Gálvez,
Ataguile y Bojanich.
CLASIFICACIÓN
FINAL GENERAL
BUENOS AIRES - CARACAS: 9576,8 Km.
1 - Domingo
Marimón 118 h. 37’
18” 1/5
2
- Eusebio Marcilla 118
h. 49’ 59”
3 - Juan Gálvez 119 h. 7’ 59”
4/5
4 - Salvador Ataguile 122 h. 21’ 45”
5 - Daimo Bojanich 122 h. 30’ 58”
6 - Manuel Merino 123 h. 58’ 47”
7 - Victor García 124 h. 2’ 0” 2/5
8 - Ricado López 124 h. 14’ 58”
9 - Guido Maineri 125 h. 0’ 32”
10 - Tadeo Taddia 126 h. 1’ 3”
11 - Juan Marchini 126 h. 56’ 11”
12 - M. Vinardell
Molinero 127 h. 32’ 6”
13 - Eduardo Orcola 127 h. 59’ 20”
14 - Darío Ramonda 129 h. 20’ 53”
15 - Mercurio Giuliano 129 h. 24’ 14”
16 - Ernesto Baronio 133 h. 29’ 49”
17 - José Lorenzetti 133 h. 45’ 12”
18 - Fernando Nery 134 h. 4’ 59”
19 - Américo Berta 134 h. 5’ 42”
20 - José M. López 135 h. 26’ 35”
21 - Angel L. Pascuali 135 h. 35’ 54”
22 - Carlos Lagorio 137 h. 23’ 1”
23 - Miguel Beltrame 138 h. 35’ 24”
24
- Oreste Casaroli 138 h. 51’
24”
25 - Luis F. Gonzales 139 h. 1’ 42”
26 - Alverto Provera 142 h. 3’18”
27 - Guillermo
Marenguini 142 h. 7’ 59”
3/5
28 - Bartolomé Ortiz 142 h. 31’ 11”
29 - Eduardo Della
Magiora 148 h. 31’ 36”
30 - Vicente Tirabasso 149 h. 19’11”
31 - René Pfister 151 h. 5’ 32”
32 - Guillermo Martin 152 h. 5’ 19”
33 - Alberto Fouillioux 152 h. 42’ 19”
34 - Roman Balta A. 154 h. 4’ 51”
35 - Rafael Leizan 155 h. 5’ 7”
36 - Herminio
Margaracci 155 h. 36’ 1”
37
- Luis Santos 155
h. 50’ 6”
38 - Rafael Staccioli 157 h. 42’ 8”
39 - Hermo Orihuela 158 h. 7’ 59”
40 - Jordan Senes 161 h. 38’ 22”
41 - Domigo Sanguinetti 165 h. 54’
42 - Eugenio Bria 166 h. 4’ 26”
43
- José L. Rodríguez 172
h. 23’ 20”
44 - Américo Gimenez 175 h. 40’ 20”
Promedio del ganador: Domingo Marimón a 80,726 Km/h.
En palabras de Fangio...
-“Habíamos trabajado mucho en la jornada de
reparación en Lima y nos fuimos a dormir. Teníamos que largar la séptima
etapa Lima-Tumbes a las 5 de la
mañana, pero apenas acostados, nos despiertan anunciándonos el estallido de una
revolución militar y que teníamos que partir de Lima a medianoche, con 10
segundos entre auto y auto.
Había mucha niebla y
yo, que largaba muy atrás, me puse detrás del peruano Alvarado que tenía
una buena máquina y conocía bien el camino. Comenzamos a pasar autos y a los 150 km, más o menos, ya estaba cuarto
en la ruta. Más adelante, por el pueblo de Paramanga, Alvarado se lleva por
delante un burro y vuelca, resultando con algunas heridas. Yo continué solo y
tras una breve lucha con Gulle lo paso y voy en busca de Oscar Gálvez.
Anduvimos pegados, casi unos 200 kilómetros hasta que Oscar se puso detrás de
mí.
Yo venía fuerte en la niebla siempre con él muy cerca,
cuando me paso de largo en Trujillo donde debía cargar nafta. Esa distracción
era un indicador de mi cansancio y la niebla seguía obligando a un mayores
desgastes, que luego conducen al accidente.
Unos kilómetros más adelante, Urrutia me indica que ya
estaba por amanecer al momento que pasábamos por un pequeño pueblo–Huanchasco.
De pronto los faros dan contra unas paredes blancas que me enceguecieron y me
pareció entrar a un túnel oscuro. Allí cerca había una curva en “U” a la
izquierda que tomé muy cerrado y obligué al auto a mantenerse en ella, porque
en ese instante imaginé que del lado derecho había un precipicio... pero había
un terraplén y el auto pisa arena de la banquina .... derrapa... y luego los
tumbos. Me aferré al volante y sentía los golpes de las herramientas,
repuestos, de todo lo que llevábamos en la cabina. Así hasta que la cupé quedó
de costado y yo con mi pierna izquierda apretada por la puerta. La jaula
antivuelco, que armada por mi hermano
Toto para esa carrera, me salvó la vida...
Urrutia, que no había colocado la traba de su puerta, salió despedido con puerta y todo...
Oscar, en
tanto, tiró el auto derecho y se fue afuera a unos 50 metros de nosotros,
cayendo en un cañaveral sin volcar.
Se dijo después que nos habíamos tocado con Gálvez, o que
me había encandilado, cosa que es casi imposible desde atrás... El nada tuvo que ver. La gente
fue muy injusta. Nos habían visto pasar juntos por el pueblo anterior y echaron
a rodar la versión de que habíamos chocado . Pero no hubo tal cosa. Oscar venía
haciendo la carrera más lógica, que era seguirme con tranquilidad ya que,
mantenía toda la ventaja acumulada. Yo cometí el error de creer que si me salía
de la curva me iba la abismo y por eso volqué. La gente, repito, fue muy injusta
con él. No hay persona más noble que Oscar. Tras el accidente se acercó ya que
estábamos a unos dos metros debajo del nivel del camino, me ayudó porque me
sentía algo mareado y juntos fuimos a buscar a Urrutia. En la oscuridad no lo encontrábamos, hasta
que vimos su mameluco blanco como a veinte metros del auto.
Luego pasó un
auto y corrimos a protegernos. Pensamos que se nos podía venir encima... A los
poco minutos llegó Marcilla que alcanzó a ver mi auto abajo y se dio cuenta del
accidente. Se detuvo, y Marcilla, su acompañante Salem y yo, levantamos a
Daniel pensando que solo estaba inconsciente.
Oscar se fue
entonces a sacar su auto del cañaveral y nosotros salimos hacia un hospital
próximo, que estaba al borde del camino a unos 15 kilómetros en una localidad
llamada Chicama. Yo me senté sobre el tanque de nafta del Chevrolet de
Marcilla, y él y su acompañante acomodaron a Daniel en mis brazos. En el
trayecto yo lo tocaba por todos lados y me pareció que tenía un poco hundida la
nuca, pero su cuerpo estaba caliente.
Llegamos al
hospital y Marcilla se quería quedar conmigo, pero yo le insistí que siguiese... Luego me colocaron una
inyección y me dormí. Manuel Montes abandonó la carrera, para quedarse con
nosotros...
Cuando salimos
del hospital para ir a Trujillo donde estuvimos una semana en un hotel, yo
creía que Daniel se estaba reponiendo en Lima. Así que cargamos el coche de
carrera en un camión y salimos para allá.
Al parar en una
estación de servicio, un muchacho que atendía me dio el pésame y así me enteré
de la muerte de Daniel... Era mi amigo, muy decente y enamorado de las
carreras.
En realidad no
pude convencerlo de que no viniera conmigo, luego de haber conocido a su familia... Su esposa
embarazada... Era como un presentimiento...”