jueves, 26 de septiembre de 2013

MUSEO FANGIO - BALCARCE.


Historia Institucional

1979 - 1986
1987 - 1990
Diciembre de 1990
1990 - septiembre de 1997
1997 - hasta la fecha


La Comisión Pro Museo – 26 de octubre de 1979 – 22 de noviembre de 1986

Por decisión de las autoridades del Municipio de Balcarce, el 26 de octubre de 1979 tiene lugar la creación de la Comisión Pro-Museo del Automovilismo "Juan Manuel Fangio". Es en un Decreto de esa fecha que se nombra al primer grupo de vecinos que aceptan la tarea encomendada a realizar de manera honoraria. Tiempo después, en reunión convocada en la sede de la Sociedad Rural de Balcarce por Juan Manuel Fangio, se definieron los cargos y reestablecieron los mecanismos a utilizar por la Comisión y las responsabilidades de cada miembro.


COMISIÓN PRO MUSEO JUAN MANUEL FANGIO

Presidente: Luis Carlos Barragán
Vicepresidente: Juan Manuel Bordeu
Secretario: Carlos Alberto Alvarez
Tesorero: Raúl Norberto Burgues

Vocales:
Jorge González Alvarez
Hector Cayetano Galella
Alí Musa
Carlos Kiricos
Néstor Miguel


Colaboradores: Ernesto D'Amico, Carlos Fernández Castro, Osvaldo Cabana, Atilio Federico Barragán
Sub Comisión Técnica: Eduardo Alvarez Manzaneda, Juan Papadópulos y Jorge Trivigno.
Una de las primeras decisiones tomadas, fue la de determinar el lugar donde emplazar el futuro Museo, recayendo la elección en un edificio histórico de Balcarce -el de su anterior Municipalidad de 1906, que estaba entonces en deplorable estado de conservación y sin actividad alguna. Se realizaron luego los trámites para lograr las autorizaciones oficiales para su utilización y durante 1980 se encaran las primeras discusiones sobre el anteproyecto entre la Comisión y la Sub Comisión Técnica, y -en mérito al volumen del trabajo a abordar- la Comisión también resuelve sacar del sistema ad-honorem a los arquitectos Eduardo Alvarez Manzaneda y Jorge Trivigno, contratándolos y habilitándolos para que a su vez generen otras contrataciones de jóvenes profesionales actuantes en nuestro medio.
El Anteproyecto resultante quedó sintetizado en una maqueta que respetaba totalmente el frente del histórico edificio, aprobándose los primeros planos de planta de los aproximadamente 5000 metros cuadrados de la construcción propuesta. En sucesivas reuniones generales, las características y detalles se presentaron a la consideración de Juan Manuel Fangio, junto a un presupuesto que diera idea de la inversión a realizar y un Plan de Obra que diese clara idea de su magnitud.
Por tratarse de una Comisión municipal, se debía cumplir con la Ley de Obras Públicas de la Provincia y con todos los sistemas de contralor de gestión, lo que incluía por supuesto, el trabajo de una Tesorería, que estaba a cargo del Contador Raúl Norberto Burgués una persona que era de extrema confianza de Fangio y una especie de albacea para sus intereses empresarios.
Se preparan entonces, los pliegos de Bases y Condiciones y se anuncia un llamado a Licitación Pública para abril de 1981.

Se licita municipalmente la obra, se abren las ofertas en Mayo de 1981, se contrata en Julio y empiezan las tareas en Agosto de ese mismo año.

La Comisión había obtenido aportes diversos para el comienzo de 1981. El más importante, que tuvo el gran mérito de animar al grupo a efectuar el lanzamiento de la Licitación, fue el recibido de la Provincia de Buenos Aires, equivalente a un 18% del monto total a invertir en la Obra Civil. El resto de la inversión que suma además de lo edilicio, el mobiliario, equipamientos, iluminación, sonido, puesta en condiciones del material a exponer, entre otras, se resolvió en base a donaciones de empresas, rifas, cenas y otras modalidades de recaudación por parte de la Comisión, como ser el apoyo de adherentes, de productores de papa de la región y del propio Juan Manuel Fangio.
En ciertos momentos, hubo problemas de financiación de la obra, a pesar de haber sido fundamentales, importantes y decisivos, todos los aportes recibidos. Los económicos (Válvulas Edival - Isaura - Goodyear - Banco Iguazú - Autolatina - Massalin Particulares - Sevel Argentina) y los aportes en especias que estaban divididas en dos. Una que se recibía para rifar, caso de autos (Renault Argentina- Citröen Industrias Sal Lari) o motos (Zanella Hnos.) y otra que se recibía para aplicar a la obra, caso de: conductores eléctricos (Pirelli Cables), artefactos de iluminación (Phillips), madera para el mobiliario (Maderera Córdoba), revestimientos y sanitarios (Hierromat), cemento en bruto (Loma Negra), alfombras (Saionara), cristales templados (Santa Lucía Cristales), caños para barandas (Protto Hnos.), pintura (Pinturas Alba).
Como pasa en toda obra de magnitud, encarada con mucho voluntarismo, todo resultaba insuficiente. De todos modos fue grande la corriente de apoyos que se concatenó a lo largo de esos años y eso posibilitó la culminación del proyecto.
Una concreción que tomó las características de un desafío formidable. A los que acompañaron a Juan Manuel Fangio en la tarea, el recuerdo de aquellos días les evoca innumerables momentos gratos y también de los otros. Se podría decir que fueron tiempos difíciles, pero el gran campeón una vez más, resultó ser como una llave mágica que podía abrir cualquier puerta.



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